miércoles, 16 de octubre de 2013

And I like it






Creo que en el poco tiempo de vida que lleva este blog debo dar la impresión de que soy la persona más optimista del mundo y que soy de ésas que lo ve todo de color de rosa. Bueno pues no es así, como todo el mundo tengo mis días grises, mis momentos y mi “dominguitis” (de hecho, ésta última la inventé yo).
A veces se habla de qué ocurriría si existiera en el Facebook el botón de “no me gusta”. Seguro que nos intimidaría mucho y andaríamos cohibidos, subiendo menos fotos o comentarios porque nos aterra el castigo del rechazo social. De esta forma sólo recibimos refuerzos positivos con el “me gusta”.  Como mucho, el riesgo de obtener pocos likes, de pasar por el mundo 2.0 sin dejar huella.
Voy a intentar enumerar algunas cosas que me gustan y no me gustan. No me voy a meter a enumerar cosas muy trascendentes que, obviamente a la mayoría de ciudadanos de bien nos gusta y no nos gusta de lo que ocurre a nuestro alrededor (y que salen a diario en los periódicos).
Voy a hablar de cosas superfluas. Porque "A mí dadme lo superfluo , que lo necesario todo el mundo puede tenerlo" (Oscar Wilde).

Al más puro estilo Amelie...





Me gusta la siesta de dos o tres horas de los viernes.
Me gusta el vino tinto (mejor en buena compañía).
No me gusta el vino blanco.
Me gusta un poquito de desorden.
Me gustan  los chicos despeinados.
No me gusta que los chicos usen más cremas que yo.
Me gustan las noches de verano.
No me gusta el frío.
Me gusta abrir la nevera, coger un bote de pepinillos, pegarle un sorbo al vinagre y volver a guardarlo...
No me gusta la moqueta de las oficinas.
Me gustan casi todos los nombres de las paradas de metro de Madrid.
No me gustan los chicos trajeados que llevan consigo  la bolsita-tupper herméticamente cerrada por las mañanas.
Me gusta Natalie Portman.



No me gusta Scarlett Johansson.
Me gusta Bibiana Fernández.
No me gusta George Clooney (Me parece que está sobrevalorado).
Me gusta la fuerza de Elena Anaya delante de la cámara.
Me gusta este hombre… Debo ser la única ¿no?



No me gusta el Candy crush.
Me gustaban, pero ya no me gustan, los atormentados y los canallas.
No me gusta que la gente hable de series como: Friends, Lost, Homeland, the Big Ban theory… porque no he visto ninguna y no tengo nada que decir en las conversaciones.
No me gustan las camisetas de Bart Simpson (con o sin donut).
No me gustan las casas que parece que estén preparadas para que venga el Hola a hacerles un reportaje.
Me gusta entrar en una casa y que haya libros por ahí tirados.



Me gustan los chicos con barba.
No me gustan los fashion victims.
Me gustan los chicos que cocinan bien (especialmente cuando lo hacen para sus chicas).
Me gusta la elegancia (no me refiero a la ropa).
Me gusta Pink Martini.





No me gustan los libros electrónicos.
Me gusta el rato de felicidad entre que sales de trabajar y vuelves a casa a cenar.
Me gustan las uñas pintadas de rojo, el de toda la vida.
No me gusta el color morado en la ropa.
Me gusta la gente que hace cosas poco pragmáticas, sólo porque son bellas o diferentes.
No me gustan las sombras de Grey.
No me gustan las personas que parecen que están siempre compitiendo contigo, en vez de estar tranquilamente charlando.
No me gusta la tacañería injustificada.
Me gustan los padres que se llevan a sus bebés a todas partes.
Me gusta cuando no me tomo muy en serio.
Me gusta las personas que se paran a charlar con todo el mundo: con el panadero, con la vecina de ochenta años, con el portero, etc.
Me gusta ir a los sitios utilizando trayectos diferentes y así descubrir calles nuevas.
No me gusta, sino que me flipa esta canción, que más que una canción es una oración:





No me gusta Eurovegas.


Me gusta Malasaña. Me gustas tú.